Susurrándole a la Noche

Levanté la vista del libro. Se empezaba a hacer tarde, por lo que fuí a ducharme y arreglarme para el instituto. Otra vez a empezar de nuevo, nuevos profesores, nuevos compañeros y yo nueva para todos ellos. Elegí unos vaqueros y una camiseta simple, no quería llamar mucho la atención. Cogí mis deportivas y unos cuantos accesorios, tampoco serían muy llamativos. Tomé mi mochila y me dispuse a bajar las escaleras, cuando llegué a el garaje ya estaban Charlotte y las gemelas.

- ¿Qué coche cogemos?- preguntó Flora

- Podríamos coger BMW de Charlotte- dijo Lucy- además ella es la más mayor y no creo que tengamos problema alguno si ella conduce.

Por lo que al final nos dirigimos BMW de Charlotte, era un BMW z4, por lo que las gemelas protestaron por no poder desplegar el techo, pues estaba lloviendo. Estuvimos recorriendo el pequeño camino hasta llegar a la carretera principal. Una vez llegamos muchos de los estudiantes se nos quedaron mirando. No por el coche, en el aparcamiento había de todo tipo, supongo que por la ropa tan atevida que se habían puesto Lucy y Flora. Parecián que iban a una fiesta en lugar de a un colegio. ¡Es que nunca iban a dejar de llamar la antención! me repliqué a mi misma mientras entrabamos en el edificio. Estuvimos en secretaría esperando a que nos dieran los horarios y un plano del colegio, para no perdenos. A Flora y Lucy les tocó juntas, como era normal, ellas dos eran de la misma edad. Mientras Charlotte y yo estaríamos en clases diferentes, ya que ella era un año mayor que yo, supuestamente.

Mi primera clase era matemáticas, casi todas mis clases estaban en la segunda planta, a diferencia de Charlotte, que las tenía en la quinta, el último piso. Mis hermanas no me interesaban mucho, por lo que ni siquiera les pregunté. Pude obsevar mientras caminaba que no había muchos estudiantes. Entré en la clase y me senté en la única mesa que parecía no estar ocupada. Pasado un rato una chica rubia con el pelo rizado recogido en una cola alta, de ojos verdes y tez bronceada se acercó a mí.

- Hola, tu debes de ser una de las hijas del financiero que se ha mudado en la mansión del bosque ¿no?- me dijo sonriendo

- Eehh... sí- dije yo, pero tuve la suerte de que el profesor llegó en ese mismo instante y ella se fué a si sitio

No presté mucha antención al profesor, ya que estaba explicando algo que seguramente lo habría oído ¿cuantas veces? ¿ diez, quince? he perdido la cuenta. Sonó la campana, teníamos que dirigirnos a la clase de literatura. Me senté y reconocí a muchos estudiantes que estaban en mi clase anterior. Mientras esperaba ahora se me dirigió un chico rubio, ojos negros y tez bronceada, igual que la otra chica.

- Hola, me llamo Julián, tu debes de ser una...- pero ahí le corté yo

- Sí, una de las hijas del financiero- tal vez no había sido muy educada- perdón por comportarme así, es que soy un poco taciturna y antisocial

- Aahh, bueno... esta bien. Ya te dejo...

- Adiós- le dije yo al marcharse

Las clases continuaron sin más interrupciones. Sonó la campana que anunciaba un descanso de media hora, tiempo suficiente para buscar a Charlotte y ver como le iba el día. Estaba en la cafetería, sentada en una mesa.

- ¿Qué, cómo te fué en tu primer día?- me preguntó nada más sentarme con ella

- Se podría decir que es lo más parecido a dormir que he estado hasta ahora- y acto seguido Charlotte empezó ha reirse

- Abusas del sarcasmo- me dijo una vez que empezó ha enderesarse

- No, es que es verdad. Me aburro tanto...- pero desviamos la mirada a un grupo de jóvenes que entraban en ese momento haciendo mucho escandalo

- ¡Ah, mira donde están Luna y Charlotte! ¡¡¡HOLA!!!- empezó ha decir Lucy una vez nos localizo

Estaba entre un grupo de chicos y alguna que otra chica, pero ha excepción de ellas, las demás chicas parecián que iban más por obligación que por gusto propio.

- Hola- saludó Charlotte, yo me limité a saludar con un movimiento de cabeza

- Hola- saludó Flora- Estos son David, Gorka, Jack y Pablo. Ellas son Rubby y Andrea

- Encantada- dijo Charlotte y todas respondieron con un saludo

Y no sé muy bien que ocurrió en ese momento, pero Lucy y Flora tomaron asiento junto nosotras y todos sus amigos las imitaron. Yo me quedé de piedra. ¿En qué estaban pensando? ¿No osarían sentarse con sus amigos en nuestra mesa? Sí, si que lo estaban haciendo y en ese momento reaccione.